domingo, 6 de octubre de 2013

Impulsos públicos en la financiación para pymes y emprendedores

Uno de los principales retos de la economía española es la recuperación de la financiación empresarial. Bien sea un emprendedor con una idea y un equipo dispuestos a poner en marcha su iniciativa; una empresa con problemas que requiere abordar profundos cambios para diseñar y ejecutar nuevas estrategias; o una compañía de alto crecimiento dispuesta a conquistar más mercados, más clientes y seguir escalando ese crecimiento; en todos estos casos la financiación es fundamental.
Financiación no es igual a deuda, ni todas estas etapas (inicio, crecimiento y madurez) pueden ni deben acceder a los mismos mecanismos para disponer recursos financieros. Pero la realidad es que la financiación empresarial en España se encuentra aún muy “bancarizada” y con una alta exposición a la deuda. Y esta exposición está afectando severamente a la capacidad de crecimiento y reestructuración de muchas empresas españolas. Desde el año 2010, el endeudamiento empresarial se ha reducido, según los datos del Banco de España, en más de 200.000 millones; un 17% menos de deuda (¡y crédito!) en solo 3 años.
Existe, además, una combinación mortal entre la merma en calidad de la demanda de crédito – puesto que las ventas y la estructura de costes de las compañías ya consolidadas en el mercado se han visto gravemente afectadas por la crisis- y la reducción de la oferta de crédito. Los balances de una parte importante de la banca española están gravemente afectados por préstamos a empresas insolventes ligadas a la construcción, lo que ha dejado al sistema financiero en una situación de dependencia total de los recursos públicos.
En este contexto, la búsqueda de nuevas fórmulas de financiación empresarial resulta cada vez más necesaria. Hay para ello dos fórmulas clave: por un lado, la financiación vía recursos propios, es decir, a través de ampliaciones de capital. El recurso de la deuda en España ha sido tan fácil y barato durante largos años que esta forma de financiar la actividad, más sana y habitual en otros países, es aún una fórmula poco utilizada en España. La otra alternativa se trata de instrumentos públicos que pueden ayudar a complementar y mejorar la capacidad financiera de las iniciativas empresariales. Por motivos de espacio me centraré en tres iniciativas interesantes que tienen que ver con este último aspecto.
1.- Por un lado, la Empresa Nacional de Innovación (ENISA), entidad adscrita al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, ofrece un instrumento de actuación realmente interesante:el préstamo participativo. Un préstamo participativo es una modalidad de financiación a largo plazo con unas características diferenciadoras que lo hacen especialmente atractivo para emprendedores y para la pequeña y media empresa.
La principal diferencia frente a un préstamo “normal” es que se trata de deuda subordinada. Esto quiere decir que, a pesar de contabilizarse en el pasivo del balance (como cualquier otro préstamo), en caso de llegar a un proceso concursal, se situaría únicamente por encima de los socios. Además, a efectos de reducción de capital y liquidación de la sociedad, el préstamo participativo es considerado patrimonio neto de la sociedad. Por decirlo de otra manera, este tipo de préstamos se sitúan a medio camino entre la deuda y los fondos propios de la empresa, y la entidad que los concede pasa a compartir el riesgo empresarial con los promotores de la misma, aunque sin intervenir en ningún momento en su gestión o actividad ordinaria.
Esta característica básica deriva en otra serie de peculiaridades, de especial interés para un emprendedor o pequeña empresa. Quizás la más valorada actualmente es que este tipo de préstamos no requieren más garantía que el proyecto empresarial en sí mismo.
El tipo de interés suele estar formado por un componente fijo y otro variable, éste último calculado en función de los resultados de la empresa, por lo que se trata de financiación flexible y que busca adaptarse al propio proceso de crecimiento.
ENISA financia únicamente a pymes y emprendedores. Los préstamos participativos que puede obtener una pyme tienen un importe mínimo de 75.000 euros y un importe máximo de 1,5 millones de euros. En el caso de los emprendedores, estos límites se sitúan en los 25.000 y 300.000 euros. Sólo en el año 2012 ENISA participó en 685 proyectos y para 2013 tiene asignados un presupuesto de 126 millones de euros.
2.- Otra entidad que está adquiriendo un gran protagonismo es la Compañía Española de Financiación de Desarrollo (COFIDES). Como indican en su memoria de 2012, “COFIDESfue creada en 1988 con capital público y privado, tiene el objetivo de cofinanciar inversiones productivas en países emergentes o en desarrollo en los que exista interés español. Además de sus recursos propios, COFIDES gestiona por cuenta del Estado el Fondo para Inversiones en el Exterior (FIEX) y el Fondo para Operaciones de Inversión en el Exterior de la Pequeña y Mediana Empresa (FONPYME), con los que puede financiar proyectos en cualquier país del mundo para fomentar la internacionalización de la empresa y de la economía españolas”.
COFIDES ofrece una mayor variedad de instrumentos financieros que ENISA, porque puede adquirir desde participaciones en el accionariado (actúa de forma temporal como una especie de capital riesgo público-privado), préstamos participativos o créditos para la coinversión en condiciones ventajosas. Apoya a proyectos individuales o a consorcios de empresas con un proyecto común. El foco está en la internacionalización, en lograr que las empresas en proceso de crecimiento y en búsqueda de nuevos mercados puedan disponer de financiación flexible para ello.
El límite mínimo para proyectos de internacionalización se ha reducido en el último año hasta los 75.000 euros, lo que ha abierto muchas posibilidades para la participación en este instrumento de pequeñas compañías con alto potencial de exportación, y la cartera en 2012 de proyecto ha crecido a un ritmo del 63%, movilizando más de 220 millones de euros.
3.- En tercer lugar, para la financiación a la innovación son también destacables los instrumentos gestionados a través del Centro para el Desarrollo Industrial (CDTI). Tal y como indican en su Web “el CDTI concede a la empresa ayudas financieras propias y facilita el acceso a la de terceros (financiación bancaria de la Línea para la Financiación de la Innovación Tecnológica y Subvenciones del Programa Marco de I+D de la UE) para la realización de proyectos de investigación y desarrollo tanto nacionales como internacionales. Asimismo, presta apoyo a la empresa para explotar internacionalmente tecnologías desarrolladas por ella, para lo que ofrece ayudas a la promoción tecnológica y proyectos de innovación y transferencia de tecnología, su red exterior y los proyectos de cooperación multilaterales (Eureka e Iberoeka) y bilaterales con Canadá, Japón, China, Corea del Sur, India y Sudáfrica”.
CDTI dispone también de diversos instrumentos de financiación pero fundamentalmente destacan por encima de todo dos: por un lado, el capital riesgo, con el objetivo a través de esta iniciativa pública impulsar la entrada de capital privado (es decir, se trata de iniciativas de cooperación público-privadas) en PYMEs tecnológicas españolas (o con alto componente de innovación en sus productos o servicios). Y, por otro lado, disponen de instrumentos de financiación a través de préstamos blandos, a largo plazo, entre 7 y 10 años, con tipos de interés muy reducidos y con una parte no reembolsable, es decir, una subvención a fondo perdido que se suele materializar a la finalización de la devolución de los préstamos.
De estos tres ejemplos de financiación pública me gustaría resaltar algunas ideas fuerza, tras mi experiencia profesional con estas entidades:
  • En un contexto de crisis, con altas restricciones al crédito, la concurrencia de proyectos a todos los instrumentos públicos es altísima (no sólo en estos nacionales sino también los distintos instrumentos regionales que existen y que tienen a veces características muy similares a los comentados). Buscar la diferencia y la calidad en la presentación del proyecto es algo estratégico.
  • Independientemente de la cantidad solicitada, si eres un emprendedor o una pyme ya consolidada, resulta fundamental estructurar muy bien la estrategia y el modelo de negocio:
    1. Quién eres,
    2. Cuál es tu propuesta de valor al mercado, (qué resuelves y por qué alguien llamado cliente tiene una disposición a pagar por lo que ofreces),
    3. Cómo lo haces,
    4. Con qué proveedores,
    5. Cómo es la distribución,
    6. Cómo es tu mercado y cuáles son sus normas del juego,
    7. Cuál es tu estructura de costes,
    8. Qué tecnología te hace diferente y por qué,
    9. Dónde está la frontera tecnológica de tu negocio y cuál es tu competencia,
    10. Cómo y cuándo se produce la generación de ingresos,
    11. Cómo se conectan los ingresos y los gastos: necesidades de tesorería, generación de caja, necesidad de financiación, uso de esa financiación, simulación de su devolución, hitos y seguimiento de la estrategia planteada.
  • Resulta fundamental comunicar todos los elementos de tu modelo de negocio.Es imprescindible transmitir rigor y alta capacidad de gestión. En un contexto de alta competencia por recursos escasos, y con análisis muy riguroso de la propuesta técnica y de negocio que se propone para lograr la financiación, la credibilidad es uno de los activos fundamentales.
  • Una idea, una hoja de cálculo con proyecciones de clientes, un mercado no identificado, una idea sobre cómo distribuir, una precio aproximado, algo de inversión que consideras necesario unido a una mala comunicación suelen llevar a un camino: alta probabilidad de rechazo.
  • También resulta imprescindible en esta muestra de credibilidad y de compromiso con el proyecto que los accionistas aporten recursos en el proceso de financiación. Unos compromisos que pueden ser a través del mantenimiento (normalmente con garantías) de las líneas de financiación de la compañía o a través de futuras ampliaciones de capital. Este compromiso ayuda a decidir a una entidad que sólo asume como garantía el proyecto que presentas. Un proyecto que ha de estar muy bien fundamentado puesto que es el instrumento que rige en estas decisiones.
  • Buenos socios y partners son fundamentales, tanto en los proyectos de innovación como en internacionalización. La solvencia de participar con otras empresas, centros tecnológicos o mostrar una tupida red de colaboradores especializados ayudar a dar solvencia y credibilidad al proyecto presentado.
  • Es indudable que nuestro sistema financiero, que está saliendo de la UVI, tiene una alta sensibilidad al riesgo. Una de las grandes ventajas de estos instrumentos de financiación es que son un “sello de garantía” del proyecto. Cuando el proyecto empresarial ha sido avalado por una institución como ENISACDTI o COFIDES es más fácil convencer a tu entidad financiera que lo que tienes entre manos es un proyecto solvente y que permitirá repagar las deudas. La calidad de la deuda como empresa aumenta y esto facilita la captación de nuevos recursos. No sólo deuda, porque también es habitual, sobre todo en el caso de los emprendedores o empresas en crecimiento, que disponer de un préstamo participado público, por ejemplo, incentive la entrada en el capital de un business angel.
  • En el caso de las empresas con una trayectoria en el mercado y que soliciten importantes cantidades de financiación, el análisis minucioso de su trayectoria financiera es clave. Si la empresa está altamente endeudada y sin capacidad de generación de caja para devolverla; si hubo reparto histórico de dividendos y ahora no hay capacidad de compromiso de los accionistas o si el modelo de negocio parece agotado sin un proyecto sólido para revivirlo, también suele existir una alta probabilidad de rechazo.
En definitiva, pocos recursos, muchos proyectos y alto riesgo percibido colocan a la empresa y a los emprendedores ante la necesidad de trabajar duro para diseñar, ejecutar y mostrar de forma creíble su mayor garantía: una idea, con un modelo de negocio, un equipo y una tupida red de colaboradores para ejecutarla.
Si en España ha de emerger un nuevo y nutrido ecosistema de empresas con alto contenido de innovación, que inviertan y arriesguen en nuevo conocimiento y el desarrollo de intangibles, tenemos que seguir potenciando instrumentos financieros flexibles, reembolsables (las subvenciones tienden a generar incentivos perversos) y que reduzcan el riesgo para incentivar la atracción de capital privado hacia las empresas.
Artículo publicado en Actibva.

2 comentarios:

  1. Me gustaría tener más información de cómo funciona el renting de coches para empresa en España y quienes pueden acceder al mismo

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  2. Todos los concesionarios lo tienen esta opción.
    Un link básico: http://www.emprendedores.es/gestion/renting-ahorrar-en-alquiler-de-vehiculos/deducciones-renting-leasing-en-iva-y-irpf

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