No lo dude: su empresa está llena de video bloggers, mezcladores, hackers y todo tipo de usuarios de estas tecnologías. Se basan en un conjunto casi ilimitado de herramientas y recursos en su intento de crear. Mi pregunta es la siguiente: ¿qué hace su empresa para ayudar a todas estas personas ingeniosas a convertirse en innovadores del negocio plenamente facultados? ¿Brinda acceso a cada empleado a un conjunto completo de herramientas de innovación? ¿Tienen los asociados acceso a una base de datos global sobre clientes y competidores? ¿Pueden descargarse estadísticas económicas detalladas con el fin de explorar las implicaciones para la rentabilidad de cambios en los precios, gastos promocionales, personal u otras variables? ¿Disponen de acceso on-line a mapas exhaustivos de los procesos de negocios claves para poder analizar las oportunidades de reconfigurar el flujo de trabajo? ¿Tienen facilidades para diseñar posibles productos utilizando software de diseño asistido por ordenador? Créame: sus empleados ejercitan su creatividad en alguna parte, sólo que podría no ser creativo en el trabajo.
Todo el mundo sabe que, en la mayoría de los casos, muchas personas juntas suman más inteligencia que unas pocas. Por eso la mayoría de nosotros preferimos vivir en una democracia que en una dictadura y los mercados abiertos a la planificación central. Sin embargo, si piensa en cómo se toman las decisiones en las grandes empresas, nadie le culparía de creer que los ejecutivos prefieren los sistemas autoritarios y las economías de mando. Si le parece un veredicto demasiado duro, repase las decisiones críticas que se han tomado en su empresa en la última década: las grandes adquisiciones, los nuevos programas de productos, los títulos corporativos, etcétera. ¿Qué porcentaje de sabiduría colectiva de la empresa se aplicó en cada decisión? ¿Cuántos individuos tuvieron la ocasión de participar? La respuesta a ambas preguntas es la misma: no el (los) suficiente(s).
¿Por qué tantos ejecutivos son reacios a explotar el poder de la sabiduría colectiva? Simplemente nunca se han parado a pensar en cómo se aplican los principios de la democracia y el libre mercado en la toma de decisiones estratégicas. Sea cual sea la causa, las empresas suelen pagar un impuesto a la ignorancia cuando las decisiones magistrales no cuenta con la inteligencia colectiva de las masas.
Un sistema de management ideal sería aquel en el que el poder se redistribuyese cuando los cambios en el entorno devaluasen los conocimientos y las competencias de los ejecutivos. (pag. 223)
Gary Hamel. El Futuro del Management
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